London and de inglis pipol

Me complace informarles de que la semana pasada fui a Londres, corazón de la Gran Bretaña, y para mi sorpresa, descubrí la gran farsa a la que somete el actual orden mundial a mi persona; y es que, cuando uno va a Londooon, pues espera ver inglis pipol... pues nada más lejos de la realidad. En London no hay ingleses, solo hay guiris, inmigrantes, estranjeros, turistas, o como prefiráis llamarlo. En el metro ves gente de países que no me creo ni que existan (San Vicente?; Trinidad y Tobago?... por favor, si esos países sólo los ponen en el mapa para rellenar huecos, que a mi no me tangan), y a la salida del mismo, y me refiero a CUALQUIER SALIDA DE METRO, te abordan paquistaníes clónicos, o un mismo paquistaní con el don de la ubicuidad, no lo tengo claro, que quieren darte 6890384956906 veces el mismo puto periódico gratuito como si la vida les fuese en ello. Vamos, que todo es raro, raro, raro. Eso sin contar con los miles de españolitos que abanzamos cual masa de mirada bovina por sus calles dando gritos para que quede muy clarito de donde venimos, pero también hacia donde vamos, y l

Además en London no se puede fumar en ningún sitio público, con lo que los yonkis de la nicotina, como un servidor, tenemos que perecer de frío en las aceras mientras los clientes del bar desde dentro nos señalan riéndose a carcajadas. Así mismo, tengo que hacer especial hincapié en que allí todo funciona al revés, no por un motivo señalado, sino simplemente para la gente se de cuenta de que no está en Albacete o en Soria, sino en London: El tráfico va alrevés, las mujeres tienen bigote y los hombres parecen cabras, se paga por entrar a las iglesias pero los museos son gratis, y más cosas de las que ahora mi senil cerebro no se acuerda.
De mi esperiencia en London señalo que vi a Morgan Freeman y a Jack Nicholson (o como se escriba), muy campechanos ellos y un tanto viejunos y fanegas; y para mi horror personal, también apareció mi archienemigo Creativo Ejecumierdas, que en todo me copia y que se dedicó a seguirme en mi ruta sólo para gritarme "Paleto" cada vez que me atropellaba un coche por no mirar hacia el lado que tocaba.

En fin Pilarín, que no se engañen, si van a London, dense cuenta en el avión de que en realidad no vuelan hacia ningún sitio, que solo da vueltas raritas para distraer y que les dejan en un parque temático muy tocho que probablemente no esté a más de dos manzanas de su casa.
Les dejo con una de las formas de amargarme la vida preferidas de Creativo Ejecumierdas. Para su deleite aspronauta; C.E destrozando una canción hermosa: