lunes, octubre 29, 2007

Me come la mierda. SirWalter y los viejos tiemplos.

He encontrado esto entre montañas de mierda y papel. Los escribimos (alternandonos) las mente en la sombra y yo, un día , no me acuerdo de nada más.

Cirujano, atlético, negro, de la Universidad de Palencia. Entra en un Sex-Shop con su traje de cirujano y una bolsa llena de hielo con un pene seccionado en el interior. A los pocos segundos el guardia de seguridad, de la Jackson Security, le persigue por el establecimiento al ver el color de lo que transportaba en la bolsa, los penes negros siempre le llaman la atención. Por un segundo, el guardia de la Jackson Security, que nacio en un pequeño rancho de Kansas donde su madre hacía tartas de arandanos que ponía luego en la ventana y su padre le sodomizaba a el y a sus catorce hermanos (trece de ellos deficientes mentales) no pudo evitar sentir un atisbo de excitación al sentir ese enorme pene negro golpeando fuertemente sobre su cara. En un momento de lucidez pensó en bajar al almacén para apagar los plomos de la tienda que estaban detrás de un plató calndestino donde niños disfrazados de fallera realizaban escenas de sexo con ingredientes de paella (fue a partir de este curro cuando empezó a chupar las cabezas de las langostas). La oscuridad reinante trajo a su cabeza sensaciones de su noche de bodas, cuando por fin pudo sumergirse en el frondoso bosque de los secretos de Dorothy, que había renunciado a toda higiene intima hasta el día de su boda. Silenciosamente se dirigio al cirujano negro mientras pensaba si realmente los negros olrían distinto. Anoto mentalmente compar "tulipan negro" la proxima vez que fuera al supermercado.

Cuando intentaba acercarse, pisó un mando a distancia "marca ilegible" y todo el establecimiento se lleno del frescor suave del desodorante más comprado en los 90 por los hombre a sus parejas -"fa"- y un escalofrío de erotismo mezclado con un recuerdo a espinete provoco la erección simultanea de toda la clientela excepto del cliente cirujano-atlético-negro. El caos y la confusión se apoderó del local. En un instante comenzaron a llover consoladores, muñecas hinchables y ediciones del Boletín Oficial del Estado. Algunas bailarinas del peep-show aprovecharon para terminar su declaración de la renta. De repente volvió la luz y se encontraban en un rancho de Milwakee con las puertas selladas y 100 toros salvajes en celo rompiendo las ventanas con pollos encorsetados. En ese momento, el cirujano atlético negro pensó para si mismo que no era realmente importante el hecho de haberse seccionado el miembro intentando copular con el triturador de órganos del Hospital Universitario de Palencia, puesto que la multiplicidad de universos paralelos que subyacen en nuestro plano de existencia es absurdo e inconmensurable. Además a el lo que le gusta es meterse el dedo por el culo. FIN.

sirwalter y lamente-enlasobra

6 comentarios:

  1. Anónimo5:04 p. m.

    Me turba usted, señor Walter, con sus relatos aspronautas. Es a través de estas páginas electrónicas que me uno a usted, es por ellas que fantaseo con sus despropósitos eróticos y sufro con sus largas, sus intolerables ausencias. Ando enloquecida por el deseo que hacia usted siento, y me hiere de muerte la terrible presencia de una verdad ineludible: la evidencia de mi incompatibilidad con sus impulsos sexuales. Sólo soy una pobre mujer que no puede aspirar a llenar el vasto universo de su imaginario erótico, multicolor, pletórico de desvaríos, poblado de crustáceos marinos, entes de otros mundos, dioses de ébano, y seres de crecimiento restringido. No soy digna de este universo, lo sé, pero en mi humildad le imploro que deje de lado por un momento las fijaciones anales y sodomitas, y tal vez sea usted capaz de vislumbrar en su interior una heterosexualidad desconocida con la que podría hacerme feliz

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  2. Anónimo12:59 p. m.

    Estimado señor Walter. A lo largo de nuestra, desgraciadamente, ya larga amistad, vengo observando su incalificable obsesión hacia el sexo masculino de genero negro... me gustaría que por un momento se parara a reflexionar hacia donde le lleva estos devaneos que en mi humilde opinion son claros sintomas de una homosexualidad latente que se niega a sacar a la luz... le animo a que admita sus tendencias sexuales y salga de una vez de ese armario de polichinela suyo con fotos dedicadas de Jim Morrison.

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  3. veste a zurrir mierdas sir Walter.

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  4. Anónimo11:41 a. m.

    Me encantais.

    Voy a llamar a mi psiquiatra. Ahora vengo.

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  5. Oigan, disculpen la molestia, caballeros aspronautas, pero debo informarles, entonando a lo Milá en su ratomaquia, que están nominados. O sea.

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