EL Pedo y la Luna
Hay un refrán chinorris que dice nosequé de que cuando el sabio señala la luna, el necio se queda emparrado mirando el dedo del sabio. Yo, que soy algo más que necio, lo que hago cuando los sabios me señalan la luna, es tirarme un follo, o pedo (para los poco cultivados en sinónimos y antónimos soeces manchegos), y entonces el sabio se atufa, se queda anonadado y ya no hay luna que valga, ni movidas trascendentales estelares o astronómicas, ni hostias. Sólo olor a follo, olor de cabeza y dolor a mierda. Abstracción pura de lo intelectual para concentrarse únicamente en la nausea que una actividad humana tan simple, tan común, pero a la vez tan sublime provoca. Esos momentos suelen ser tan trascendentales que hacen que el sabio en cuestión, que es un listo, y que va tan de listo, que se alardea de su ignorancia, porque el sabio que reconoce su ignorancia es aún más sabio que los sabios corrientuchos que sólo van de listos y arreando, se quede flipando y alcance un nivel espiritual tan puro que lo acerca unas cuantas paradas de metro más al nirvana. Esa es mi forma de cambiar el mundo. Les recomiendo fervientemente que añadan esta actividad a su rutina diaria como fórmula de mejora social y moral en su día a día. La gente les admirará y empezará a comprender que ustedes sí que están por encima del bien y del mal, no como Yoko Ono, que va de que sí, pero en realidad todos sabemos que tiene la culpa de todo.
por cierto, que se me olvidaba, Pedro: PEDOOOOO, PRRRFFF; QUE HUELES MAL!
ResponderEliminarAgradecería alguna opinión frikiaspronauta sobre este tema, en el que son ustedes casi tan expertos como en pedos: http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/6355447.stm
ResponderEliminarFelicitaciones a Genius Milenius, que con la sensibilidad que le caracteriza siempre tiende a la escatología cuando se acerca la navidad. Claro que sí, el niño Jesús también se los tiraba.
En mi larga travesía en busca de la sabiduría, he alcanzado un punto en el cuál no me queda más que oler vuestro pedo.
ResponderEliminarHace años, Confucio me lo anunció en un sueño profético; Séneca estaba junto a él y decía que sí con la cabeza: había de encontraros y acercar mis fosas nasales a vuestro orificio de alivio, dejarme penetrar por los gases emanados y sumergirme en la plena sabiduría, la ignorancia de saberlo todo, sin saberlo.
Vaya preparando. Yo no voy a disimular seálando la luna.
PEDACOOOOOOS!!
ResponderEliminarfollos, follos, follos...
yo cuando el sabio señala la luna, me fijo si lleva pelo en el sobaco.
ResponderEliminarasí que, usted que es tan genio y tan milenio. ¿me podría decir qué soy yo?
Hagan el favor de no hablar de pedos que me exaltan a Sirgualter. Hay que tener más cuidado con lo que decimos delante de los niños, que ya somos mayorcicos...
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