Genius Milenius in love

Amigos y amigas aspronautas. GENIUS MILENIUS ESTÁ ENAMORADO. "Imposible", pensarán, "¿cómo un ser mutilado física y mentalmente puede vivir algún tipo de sentimiento, si quiera parecido de lejos al amor?" La respuesta es bien sencilla: Ni puta idea, no sé. Yo soy el primero que está anonadado. Os contaré como pasó todo.

Estando yo en mi cueva balcánica vino a visitarme un conocido infraser con el objetivo de que le mostrara los bellísimos paisajes del infierno en el que entonces habitaba. No sé que le haría pensar que yo ejercería de touroperador así por las buenas, pero el caso es que allí se plantó, a invadir mi reducto espiritual de 30 m2. Como bien sabéis yo soy polemista de nacimiento e hijo de puta vocacional, motivo por el cual nada más recibir a mi visitante lo amordacé, le puse frente a un televisor que emitía en bucle programas antológicos de José Luis Moreno y lo encerré en mi cueva todos los días que duraba su estancia... y yo me fui a hacer turismo por mi cuenta aprovechando la coyuntura de la situación. Así, cuando su billete de avión de regreso ya estaba a punto de expirar regresé a mi cueva y lo liberé, y cual fue mi sorpresa, grata sorpresa eso sí, que en el momento que le retiré la mordaza comenzó a vomitar profusamente durante muchos minutos. Nunca nadie había vomitado antes sólo con verme. Y claro, me enamoré.
El infraser volvió a la madre patria y yo aún me quedé en mi cueva balcánica reflexionando sobre el bien y el mal, los tipos de interés variable, la reencarnación budista comparada con la reencarnación hinduista, la lista de la compra de los próximos 14 años y medio, y el amor en todas sus vertientes. Y por más que me concentraba en masturbarme pensando en las picantonas subidas y bajadas de los tipos de interés, al final siempre me asaltaba el grato y erótico recuerdo de mi ser amado vomitándome los muñones de los pies. Tomé la decisión de hacer algo para consagrarnos como pareja y empecé a actuar.

Regresé a la patria y empecé a mandarle e-mails y sms anónimos destinados a la conquista: "El gran prix enternece el recuerdo, que de usted todas las noches tengo. Le huele boca a perrete. Y a mi me pica el ojete" o "Guarra, cuando te vea te voy a petar el orto hasta que vomites, te idolatro profundamente. Y a mi me pica el ojete" y cosas similares.
Finalmente me decidí a actuar y le mandé una carta manuscrita de 6 páginas en la que le confesé a las claras mi amor, puesto que con la sutileza poética de mis otros intentos aún no le había quedado claro.
La carta empezaba así: "Los que se pelean se desean, eso lo sabe todo el mundo, yo no lo sabía hasta hoy que me lo ha dicho un niño de seis años cuando me ha visto estrangulando a mi vecina uruguaya que no apaga el despertador así la maten. Así que deseo a la uruguaya a pesar de su dudosa higiene, y a ti también. Porque cuando te veo que quiero morder las orejas dolorosa pero amistosamente. O Pegarte un cariñoso puñetazo en un codo. Genius Milenius te quiere. En la puerta del colegioooo egioooo, hay un charco y no ha llovidooooooo, son las lágrimas de Genius por que túuuu no haaaas veniiido. A mi me gusta el gran Prix, y el toro de Osborne y Bertin Osborne cantando "buenas noches señora", espero que a ti también te gusten y que quieras hacer el mal conmigo mientras nos mutilamos mutuamente hasta librarnos de todos los apéndices inútiles de nuestro cuerpo. Cuando leas esta carta estaré observándote aunque tú no me veas, así que si vomitas de nuevo entenderé que tu amor hacia mi es también puro y sincero"

La potada llegó a raudales, como una oooolaaaaa, hasta mi garita de espionaje. Así que ya ven amigos, que el sentimiento es mutuo. Soy tan feliz que me dan ganas de dominar hoy mismo el mundo para compartirlo con mi nuevo amorcito cuanto antes y reduciros a todos vosotros, aspronautas de la calle, a nuestros esclavos personales con capacidad de reacción reducida.

Mi amor cogió un tren y se marchó hace unos diez días, yo creo que se fue de inter-rail, aunque las malas lenguas dicen que lo que hace es huir despavorido de mi intensidad amorosa. YO sé que no es cierto, así que cariño mío, cuando leas esto, acuerdate de mandarme una postal y de retirar las denuncias de acoso que pusiste de broma en las comisaría de tu pueblo, que ya no tiene tanta gracia como al principio. TE QUIERO, VUELVE PRONTOOOO, LA VIDA LEJOS DE TI ES AÚN MÁS INSULSA QUE DE COSTUMBRE, SI NO VUELVES PRONTO TENDRÉ QUE DOMINAR EL MUNDO SIN TI Y LUEGO TE ENFADARÁS IRRACIONALMENTE Y TU MADRE ME TRATARÁ CON UNA HOSTILIDAD QUE NO MEREZCO.