domingo, febrero 11, 2007

Capitulo 2: El inspector Churruca sale de casa sin una muda de ropa interior y luego se arrepiente. Tampoco recuerda si cerró el gas antes de salir.


Dado el extraordinario exito de las aventuras de misterio e intriga del inspector Churruca (nada menos que dos comentarios) he decidido que otros escritores analfabetos incipientes dentro que dentro de mi persona luchan por aparecer en forma de tumores o granos de pus puedan participar también en la redacción de algunos capitulos de este interesante relato. Así cedo el paso en esta ocasión a mi querido amigo invisible Terry O.J. Grafulla Torralba, presidente de la asociación de amigos de la historia del colonianismo inglés. Sin más dilación aquí continuan las aventuras del inspector Churruca.

El ambiente de la tarde se tornaba parcialmente nuboso mientras nuestro erótico hombre de acción y misterio se adentraba en las cada vez más multiculturales calles de la ciudad. Los niños en la plaza jugaban, vestidos de oficiales prusianos, a opinar sobre la coveniencia o no del diu en mujeres de menos de 35 años. Las tradicionales comercios locales habían sido progresivamente sustituidos por restaurantes turcos, y estos a su vez eran convertidos en tiendas de marionetas y en agencias de asesinos a sueldo armenios. La lavandería que el inspector Churruca buscaba se encontraba parcialemente cerrada y pasó agachandose bajo la persiana metálica.

-Buenos dias. ¿Sabe que el único sitio de Europa donde quedan monos es en Gibraltar? Dijo el inspector.

El hombre que permanecía tras el mostrador, un tipo que perfectamente podría haber participado en un anuncio del grupo ING, tras escuchar lo anterior sacó un atún de varios kilos con el que golpeó al inspector Churruca.

25 años de duro servicio a la justicia no son suficientes para resistir un duro golpe con un atún- pensaba el inspector mientras se despertaba en medio de un prado de la campiña inglesa vestido de Fox Terrier y con el pene parcialemente roido. Si bien no era la primera vez que le sucedía, le extraño no haberse defecado encima. Pero aún no se había recuperado nuestro aventurero amigo cuando pudo ver como la orquesta sinfónica de moscu, vientos incluidos, corrían hacia el amenazandole con partituras de los conciertos de Brandenburgo. Practicamente sin tiempo para reaccionar, el inspector Churruca se hizo una bola y descendió rodando ladera abajo mientras podía oir de fondo como algunos de los fanáticos músicos afinaban sus instrumentos o contrataban un seguro en linea directa.

¿Conseguirá sobrevivir nuestro heroe amado al coordinado ataque de estos filarmónicos individuos? ¿Cómo podemos explicar esta absurda situación sin llamar directamente subnormal al autor? Quizá lo conozcamos en el siguiente episodio.

3 comentarios:

  1. Cada vez aparecen más ramificaciones en esta apasionante historia. ¿Acabará todo encajando o la dispersión mental del autor o autores hará que sea algo parecido a la Historia Interminable (en lo que al título se refiere, evidentemente porque no me la he leído)?

    Eso sí: me ha servido para poder perdonarme mi tabla de abodminales diaria con un mono gibraltareño en cada mano a falta de pesas.

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  2. Dios mio, Sir Walter, me tienes en un sin vivir... esto es más interesante que TUINPIS y Perdios juntos. Por cierto sabes ya quien mato a laura palmer? en tu historia tambien apareceran los numeros chungos del gordo de Lost? eres tan anormal como aparentas?

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  3. Anónimo5:06 p. m.

    Algunos avances:

    El resto de la historia se basara practicamente en plagios de otras obras de misterio y por fin apareceran tetas, vaginas y penes monstruosos. Y atención; amenazo con matar al protagonista si el sabado que viene no aparece MI OBRA en babelia con una foto mia en blanco y negro y alusiones claras a las obras que han influido en este relato (los fruitis, el duo sacapuntas y y el rap del albacete balompie).

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