¡En cuanto me permitan hablar me van a oir!

Cuando la vecina del sexto le preguntó a mi madre embarazada ¿Y tú que analfabetismo le vas a dar a tu hijo, religioso o laico? mi progenitora se mostró indecisa ante la magnitud de la responsabilidad de tamaña decisión, de tal forma que prefirió posponer el asunto hasta tenerlo claro. Pero mi madre sufre de indecisión crónica, las disyuntivas de la vida diaria la desquician profundamente ¿Playa o montaña? ¿Existencialismo o dadaismo? ¿Sopa de pescado o arroz a banda? ¿Luis Vuiton o los invasores?, etc, de tal forma que posponiendo posponiendo se le olvidó tomar esta decisión delegando en mi persona la responsabilidad de orientar mi vida hacia uno u otro tipo de analfabetismo, pero como yo soy un rebelde, un genio rebelde, decidí luchar desde mi más tierna infancia contra el analfabetismo institucionalizado de uno u otro tipo, convirtiéndome en el paria social desmembrado que hoy todos ustedes conocen.

Por este motivo me hice aspronauta, para luchar contra el analfabetismo edipolitizado que campa a sus anchas a lo largo y ancho del globo, y para acabar con los aspronaos corrientes, tan pervertidos que creen que cuando no pasan barbaridades es por que en realidad no pasa nada. Y para dominar el mundo por supuesto, porque ya lo dice mi abuelo Genius Decenius "¡Como ha cambiado todo! En mis tiempos sí que había no recuerdo qué y no como ahora!" y cuanta razón tiene el hombre, porque el mundo en el que vivimos es injusto, unos con panteones de superlujo y otros sin morirnos todavía. Estamos viviendo la gran época del analfabetismo ilustrado en el que en los programas culturetas salen culos peludos de intelectuales, en el que se llama intelectual a Sánchez Dragó. Por eso amigos aspronautas tenemos que unir nuestras fuerzas, para evitar que dentro de nada la pobreza sea la mayor multinacional del mundo, para impedir que las plagas del futuro sigan siendo el SIDA y el Ejército Estadounidense y para gritar bien alto que sabemos que la meta cultural de todo gobierno occidental es que nadie rebuzne en vano. Por todo ello compañeros Aspronautas:

¡ADELANTEEEEEE! ¡QUE ME SIGAN LOS ETCETERAS!!!!

*Este texto está plagado de plagios a los que llamaré homenajes al gran Chumi Chumez, ese Genio Aspronauta que ni muerto tiene el reconocimiento que no se le dio en vida. Va por usted señor José María González Castrillo