An de güiner is

taaaaararrrrrrarrrraaaaatatatatatatatatatata tachán:
EL JURADO DE MISS MUNDO ASPRONAUTA HA DECIDIDO POR UNANIMIDAD QUE MISS ASPRONAUTA 2006 Y EL BECARIO PRECARIO DE ESTA VUESTRA WEB SEA:
taaaaararrrrrrarrrraaaaatatatatatatatatatata tachán
AGNÓSTICO APÁTICO
Por su demostrada anormalidad y sus increibles dotes aspronautas, por su increible sexapil y por sus desviaciones sexualonanísticas, pero sobre todo por ser el único aspronao que ha participao en este concurso de mierda.
De tal forma aquí os dejamos las inestimables pruebas de valía de nuestro nuevo precario:
RELATO SUBNORMALOIDE:
La tarde se presentaba tranquila. Como cada sábado de agosto me disponía a sacar
a pasear a Celedonio, el chupacabras de mi hermana que estaba de vacaciones, por
el parque municipal. De repente oí gracias a mi única oreja unos extraños
ruidos, unos sonidos similares a como siempre he imaginado los gemidos
orgásmicos de Ana Botella. Giré mi mutilada cabeza y ví una manada de cabras
azpigorris enfurecidas acechándonos por el flanco derecho del camino.
La mutilación de mi cabeza se produjo en la última guerra, la de Cataluña, a la que
nos mandó el Presidente del Gobierno y líder del Nuevo Movimiento, Jiménez
Losantos, tras su rotunda victoria electoral en 2.008, en la que convirtió a
los partidos tradicionales en extraparlamentarios y dejó como única oposición
residual al Partido Cannabis por la Legalización y la Normalización, cuyos
votantes eran los únicos que por aquellos años de pensamiento lineal y uniforme
no escuchaban la Cadena Cope.
En un incidente en la cubierta de una fragata F-100 apostada frente al puerto de Vilanova i la Geltrú perdí el ojo izquierdo, la oreja derecha, la nariz y parte del cráneo, además de unos cuantos dientes, cuestión a la que no doy la mayor importancia, pues salvé los de oro.
Todo se debió al lanzamiento de un misil Tomahawk que buscaba aniquilarme, pero
tan sólo me rozó, por parte de mi compañero de litera en un ataque desaforado e
inesperado. Logré salvar la vida ya que el roce superficial no me provocó una
pérdidas sustancial de masa encefálica, tan sólo perdí la capacidad de sumar y
restar llevándome, lo cual no me jodería tanto si no fuera porque me impide
jugar al mus. Y es que el mus, la principal actividad de mi vida, fue el origen
de tal ataque, consecuencia del resentimiento acumulado por las continuas
derrotas que el sargento Vidal y yo infligimos a mi compañero de litera Nacho
Villa y al cabo Ramírez durante los 4 meses de operaciones que llevábamos en
aguas mediterráneas.
Me debatía entre la preocupación por la integridad del chupacabras de mi hermana y la atracción por aquellas hermosas cabras del norte, que acababan de zamparse a su pastor, del que se decía era el antiguo lehendakari, operado convenientemente con cirugía estética para sortear la persecución contra todo aquel que hubiera colaborado (poco en este caso) con el régimen anterior.
Nunca he ocultado mis tendencias zoofílicas. Y las cabras fueron las que me iniciaron en mis años mozos en esta actividad. A ellas siempre les he guardado un trocito de mi corazón y aquél era un momento de demasiada tensión y emociones. Tanto que me excité sobremanera y decidí satisfacer mis más bajas pasiones con todas ellas.
Lo hice, sin ningún pudor, sin importarme que los niños que jugaban en los columpios presenciaran aquella escena. Pero primero tuve que deshacerme de Celedonio, y esto lo intenté hacer con mi navaja albaceteña, que siempre llevo conmigo, sin demasiada suerte. Entonces tomé prestada una sierra radial que unos empleados del Ayuntamiento utilizaban para cortar algunas ramas de los árboles del parque y lo descuarticé introduciendo las distintas partes del organismo en las bolsas que portaba en mi mano izquierda para recoger sus caquitasAgnóstico Apático.
Cerveza: