martes, septiembre 19, 2006

Sir Walter Leroy es un hombre de mundo...


Capitulo 2.- Viaje al País de los Reductores de Escrotos.

Sir Walter es un reconocido aventurero que ha recorrido parajes increibles y mundos desconocidos para el hombre tonto normal. Podemos consultar en cualquier enciclopedia el denominado Sindrome de Walter-Leroy, definido como un síntoma psicosomático que impulsa a un individuo que observa excitadamente un lugar de extraordinaria belleza, a defecar profusamente.

Una mochila llena de conguitos y unas zapatillas Paredes de repuesto es todo lo que necesito Sir Walter para emprender el que sería el cenit de su carrera aventurera; El País de los Reductores de Escrotos. Viajando unas veces a pie y otras sobre monopatín, recorrió las llanuras de Ladillonia y el extenso desierto de los Restos de Embalaje hasta llegar a esta tierra, donde una pequeña tribu de hombres pequeños y enjutos, vestidos con restos de bolsas de bollicao, se dedican en cuerpo y alma a la reducción de sus escrotos y la de otros seres vivos con los que cohabitan.

El proceso de reducción escrotal es doloroso y complicado. Todos los días despues de un desayuno basado en lamer la tierra sobre la que orinaron el dia anterior, estos hombres juanetudos se lamen las pelotas los unos a los otros, sorbiendo con fuerza y realizando violentos movimientos de cabeza. Posteriormente se laceran sus recien bañados escrotos con puercoespines y después se los untan con limón, guindilla, sal, salfuman, zotal, y más tarde Baileys. Una vez estan remojados sientan sus heridas pelotas sobre una hoguera durante dos horas para más tarde cocerlos a fuego lento en un cazo con pus y orina. El resto del dia lo ocupan contando chistes de gangosos y mientras se pellizan los unos a los otros en sus minusculos escrotos.

La llegada de Sir Walter Leroy fue un momento importante en la vida de estos hombres, pues poseia unos minúsculos testículos de nacimiento. Unos huevecillos minúsculos que parecían dos pequeñas verrugas peludas. Los reductores de escrotos le adoraron y le trataron como un dios durante al menos unos dias, pero nuestro aventurero maravilloso tenía que marchar, nuevas aventuras le esperaban, pero esta vez no iria solo; Miguel Bosé, unos de los chupapelotas se uniría a el para conocer un mundo para el cuál alguno de sus ojos seguía siendo virgen.

4 comentarios:

  1. Anónimo7:23 p. m.

    Recuerdo cuando Sir Walter me narró por primera vez los pormenores de su viaje hacia las tierras de los reductores de escrotos, y he de decir que en ningún momento me mencionó la incorporación de Miguel Bosé a esta expedición, que callao se lo tenía el hijo puta...

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  2. Anónimo8:32 p. m.

    ¿Marchó Arévalo con Sir Walter, para amenizar las noches de viaje contando chistes de gangosos mientras Miguel Bosé le chupaba el escroto?

    Esta duda me corroe

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  3. Anónimo1:38 a. m.

    Arevalo es un señor muy digno y muy respetable. Recuerdo algo que me dijo que me cambió la vida por completo:

    "..bamboleeeeeyooooooo, bamboleyoooo.."

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  4. Anónimo7:53 p. m.

    gran copia del articulo de frikipedia

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