Desde otra óptica

Genius Milenius se ha puesto gafas de pasta.

Ahora el mundo es nuevo para mi, la gente me mira con cara de ascopena por la calle, y yo lo puedo ver ahora gracias mis gafas de pasta, antes tal vez lo hacían pero yo no lo veía, 14 dipotrías en un ojo y 19 en el otro me hacían ver el mundo de una forma diferente, pero ahora, ahora soy un gafapasta y todo es nuevo para mi.
Descubrir que la gente sigue teniendo cara a cinco metros de distancia le cambia a uno la visión del mundo conocido. Además mi nuevo look de freak antisocial fanático de a dos metros bajo tierra, me sa un aire interesante que posiblemente me haga ligar en breve con alguna fetichista de las gafas de pasta, que las hay a cientos y cientos. Por si acaso hoy, día mundial del SIDA, he ido a un puestecito callejero en el que regalaban condones y he acabado con todas las existencias. Ahora tengo en casa 3485093459 condones que supongo gastaré este fin de semana.
Con mis nuevas gafas, y mi nueva visión del mundo, empiezo a tener las cosas un poco más claras, y por me planteo la realidad del SIDA, esa enfermedad maligna, más mala que yo si cabe, que acaba con la vida de miles de personas sin que nadie haga nada por remediarlo. Las empresas farmacéuticas trabajan para el maligno con sus patentes que impiden que millones de personas tengan la posibilidad de sobrevivir en este mundo cruel, la Iglesia Católica siembra la duda de los beneficios del condón, y promueve así la expansión de nuestro amiguito el virus, pero en el nombre de Dios, eso sí. "Ahhh, que no hubieran follaooooo, se sieeenteeee", además el continente maldito por esta pandemia, está lleno de africanos infieles, les está bien empleados por herejes y por idolatrar falsos dioses...Estoy pensando, que casi que me quito las gafas, aunque no folle este fin de semana, por que para ver cosas como estas, casi que prefiero volver a mi estado de letargo catatónico.