El humedo viaje de Dorothy

El sexo de Dorothy se agitaba al viento mientras recorría la interestatal 89 a bordo de su Chevrolet Corvette 1954. La infección de su vagina había provocado que los labios menores adoptasen una forma similar a eso que les cuelga a los pavos del pico, y recorrer aquellos áridos parajes con las piernas abiertas hacía que sus labios vaginales palmeasen al sol de la canción de los Fraguel Rock. Mientras tanto en otra parte del mundo un equipo enano de jockey sobre hierba se bañaba en Tang de naranja mientras a unos señores con zapatos marrones y calcetines de Garfield su declaración de la renta les daba a devolver. Quizá fue el destino quizá fue Frank Sinatra volviendo a la vida para sacar tabaco en la maquina de un bar que hay debajo de mi casa, que además no tienen licencia para poner música Y LA PONEN, Dorothy, que era la chica de la que antes hablaba, calló por un precipió mientras conducía, posandose ligera y milagrosamente en el patio de un prisión donde un centenar de violadores la bañaron y la peinaron con colonia de nenuco para más tarde comprarle entre todos una cesta de productos típicos de la Sierra del Segura, aunque el queso estaba algo quebradizo. Los guardias de la prisión no pudieron evitarlo y sintiéndose impotentes sacaron sus porra-penes y golpearon furiosamente a Dorothy hasta que consiguieron que cantara el rap del albacete balompié. Por si todo esto no fuese suficientemente erótico, Un hombre en Zamora tuvo una erección al acariciar el salpicadero de su SEAT panda. En ese preciso instante fue transportado mentalmente en el espacio tiempo a 1985, en el momento justo en el que Dorothy perdía la virginidad con un señor que aparecía en un anuncio de plantillas devoraolor-zapatillas, el cual no era realmente un hombre sino un concepto de persona creado por ordenadores superinteligentes de las SS que sobrevivieron a la guerra nuclear que nos quiere ocultar el gobierno estadounidense y además Hitler no murió que es Bigote Arrocet. Entonces el chico del SEAT panda se da cuenta del complot Hitler-estadosunidos-masones y conoce a una chica francesa que al principio se llevan mal pero luego no y salvan el mundo por los pelos, porque al final parecía que iban a morir pero ellos es que son más listos que los malos. Finalmente se besan se tocan y se penetran eróticamente y Dorothy muere en su casa de la pradera sumida en los recuerdos de la Guerra Civil y su sirviente negro la entierra y le hace funeral porque la mujer aunque fuera una negrera tenia buen fondo y todo. FIN.

Sir Walter Leroy